domingo, 26 de junio de 2016

La semana de Martina 8

Autora: Victoria Mengya Molina Samper

Y me dijo:
-Hola, soy Marcos, ¿cómo te llamas?
- Ooooh... lalalala….
Soy imbécil, ahora creo que Marcos cree que soy una rarita o una tartamuda. Pero lo único que sé es que no cree que soy una persona normal, eso está seguro. Ahora tenemos que dar clase y es un rollo porque yo y todos los niños no queremos, preferimos ir al cine, hincharnos de chuches, ir al parque, o a la playa,...

-Martina, sal a la pizarra, ya que te veo muy distraída y dime ¿cuáles son los números primos?
Como quería lucirme delante de Marcos intenté mirar los apuntes de Amy cuando pasé por al lado de su mesa que está en la primera fila, pero no puede porque ese día Amy no había venido a clase, así que no supe salvarme de esa y dije lo más acertado, claramente para mí.
-Los números primos son los que son familiares de cien.
-INCORECTO, MARTINA, ya no puedo dejarte en cuarta fila, debes atender mejor cuando explico.

Así que me cogió las cosas y las puso en el pupitre de Florence y las cosas de Florence las puso en mi pupitre y nos dijo que desde ahora Florence estaría en cuarta fila y yo en la primera. Eso puede tener ventajas y desventajas, por ejemplo una ventaja es que puedo copiar a Amy en los exámenes y una desventaja es que no puedo mirar a Marcos sin que me castiguen o me regañen o ambas cosas. En el recreo me contaron que Marcos iba a hacer de suplente de príncipe en la Cenicienta, se nota que Marcos y yo estamos hechos el uno para el otro, los dos somos suplentes y los dos tenemos los mismos gustos, la Cenicienta. Estuve todo el rato mirando a Marcos, pero me di cuenta de que era un poquillo malo en eso de memorizar.
Cuando iba a mi casa se me acercó Marcos y me dijo que era muy graciosa y que lo de los números primos había estado muy bien, estuvimos todo el camino hablando y riéndonos y en todo el camino no dejamos de hablar y yo no había tartamudeado como una tonta, pero cuando miré el reloj ya era muy tarde para comer y en mi móvil vi que hoy comería en casa de la vecina, a la que le maté el gato, ¿os acordáis?
Así que le pregunté a Marcos:

-¿Te importaría que me quede en tu casa a comer?, mis padres no pueden y no puedo quedarme con nadie. Encima cocinando doy pena.
No era verdad, estaba mintiendo de lo lindo, pero a lo mejor cuela, jejejeje.
-Pues no sé, deja que lo pregunte, si eso...
No pudo terminar porque una voz muy conocida nos estaba alcanzando por detrás, no era otra que mi vecina.
-Martina, ¿no habíamos quedado en mi casa para comer pizza?, me he tomado la libertad de elegir pizza de arenques, está muy buena. ¿Ese quién es¿ ¿tu novio? Un momento, que os haga una foto, parejita.

Entonces mi vecina, la señorita Jaguoski, nos echó varias fotos con su móvil, pero ninguno de nosotros queríamos, se nota porque Marco empezó a decir:
-Bueno, creo que mi madre no va a querer, encima dudo que hoy comamos aquí, seguro que comemos con mi padre en el puerto, bueno... otra vez será, adiós.
- Señorita Jaguaski, puede terminar ya con la farsa, gracias por cargase la conversación entre Marcos y yo, bravo, bravo, bravo.
- Martina, te ha salido el tiro por la culata, la próxima vez no dejes a tus padres conmigo. Ah por cierto, me ha dicho tu padre que tu madre se encuentra mucho mejor y que vendrá pronto a visitarnos.
-Gracias señorita Jaguaski, pero vámonos ya que tengo hambre, ¿qué plato diabólico ha preparado hoy, aparte de la pizza de arenques?
- Me alegro de que hayas preguntado, Martina, pues de primero pizza de arenques, de segundo caracoles y de postre te he preparado helado de chocolate con zanahorias y yo voy a comer puchero, de segundo salmón y de postre un buen trozo de sandía.

Todo eso sonaba tan bien. Cuando terminamos de comer, o mejor dicho de vomitar, me recogió del infierno de la vecina. Por el camino nos encontramos con Marcos, que ni siquiera me miró.
Cuando llegamos a mi casa me encontré mi muñeca preferida de Lily sin cabeza, así que lo primero que hice fue mandar una foto de ella y mandársela a todos mis contactos, menos a Lucía que seguro que se pondría en plan borde, estuve un rato buscando la cabeza de Lily, pero nada, así que me puse a hacer los deberes, si no quería meterme en líos. Cuando terminé los deberes me puse a merendar, luego a jugar con mi padre una partidita de Wii, del nuevo juego de baile Just Dance 2016, que claramente le gané porque en medio baile le dio un tirón, también jugamos a la oca y cenamos y nos acostamos prontito, porque tenía ganas de ver a Marcos mañana en el colegio.


Si quieres saber el final sigue leyendo
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1 comentario:

  1. No me explico como se llama de Martina si tiene mas de 7 días

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