domingo, 26 de junio de 2016

La semana de Martina 10

Autora: Victoria Mengya Molina Samper


Hoy es Viernes y al fin me han dado el alta, pero voy a tener que llevar muletas durante tres semanas, lo malo es que voy a tener que ir hoy al cole, al menos veré a Marcos y el teatro es hoy, saldrá genial, no puedo faltar al último ensayo.
Cuando llegué al cole ya habían empezado las clases y na más entrar por la puerta de mi clase todos los niños me rodearon y me preguntaron un millón de cosas.
-Martina te has perdido un montón de cosas- dijo Amy
-¿Te puedo firmar la escayola?- dijo Florence
-¿Mejor?- dijo Claudia
-¿Te duele mucho?-Nick
-¿Crees que si me rompo algo puedo faltar al colegio toda mi vida?- Enrique que se lo toma todo a cachondeo
-¿Tu eres del Madrid o del Barcelona? Es para ponerte viva el Barcelona- Dijo Mateo chillando como un loco
-Nene que hablas, seguramente ella es del Madrid, como todo el mundo, menos tú, ¿verdad?-dijo Gonzalo que le gusta mucho el fútbol
-¿Cómo te has lastimado so bruta?-me dijo Marina en choc
-¿Duele mucho?-Leire
-¿Cómo te lo has hecho chiquilla?-Pablo en plan atontado como un tonto
-Mola tu escayola, quiero firmártela- dijo Normal

Bueno y así siguieron las preguntas hasta que la seño Pepa empezó a castigar sin pensar, a Amy que nunca la castigan le mando copiar veinte copias diciendo: No hablaré cuando la seño lo esté haciendo, pero no como a otros que nos pone un montón porque no siempre sacamos dieces, como a Mateo que le puso: No chillaré por toda la clase viva el Barcelona y menos mientras que la profesora es del Madrid y no le gusta nada el Barcelona doscientas veces, o también a mí que me puso: No interrumpiré en clase de Inglés cuando la seño este explicando cuando se pone –ed, encima va a caer en el examen, me puso cien veces, por lo menos no me ha puesto tanto como a Mateo que está muy enfadado y no para de llorar, porque se va a perder este fin de semana un partido muy importante.
Todas las clases fueron normales hasta que la seño Rosa anunció que Mónica se había lastimado montado en su poni y que yo la sustituiría y que no se que que tenía que aprenderme el papel y que blablabla
Está tarde vendrían todos los padre a ver el espectáculo, pero me da un poquillo de cosa de hacer de Cenicienta con muletas, quedaría un poco raro, pero como era la sustituta…
El ensayo fue bien, menos porque Marcos solo era sustituto y que yo tendría que bailar con el petardo de Mateo, yo no puedo estar con alguien que ama el Barcelona, pero tampoco soy del Madrid, odio el fútbol, mi deporte favorito es el otro fútbol, el fútbol americano. Cuando me encontré con Clara le conté que haría de Cenicienta y ella me conto que haría de enanita en Blancanieves, sería romántico y que Lucía hacía de Griselda, la hermanastra de Cenicienta, así que actuaríamos juntas, como mola. Ya estaba todo para el espectáculo, pero primero tocaba el patito feo, luego Blancanieves y por último el nuestro, pero el patito feo se canceló porque la mayoría de los niños pequeños en el escenario lloraban con todo el público, vomitaba por los nervios, se le olvidaba lo que tenía que decir, se equivocaban con las palabras, bueno un caos. Pero Blancanieves salió muy bien, menos porque Mónica se puso cinco minutos antes de su turno a chillar porque no encontraba el pintalabios que resalte con su vestido, así que el profe por no escucharla compró por internet un pintalabios a su medida, es decir que se gastó setenta y cinco euros porque en verdad el pintalabios vale tres euros y no teníamos mucho tiempo para ir nosotros a comprarlo así que en vez de esperar a que Amazon nos trajera el pintalabios en cuarenta y cuatro horas el profesor Miguel consiguió que no lo entregaran en cuatro minutos, pero le salió muy caro ¿no os parece?
Todo empezaba ya air perfecto, pero lo que sucedió en diez segundos fue alucinante, la bruja mala, es decir Beatriz creo que se llama, tropezó con el vestido de Mónica cuando Bea le estaba dando la manzana y se cayó encima de Mateo que hacía los efectos especiales, o sea que manejaba tres ventiladores y bueno los ventiladores volaron la casa de los enanitos que estaba echo con papel pluma y varios árboles y lo peor de todo con el viento se le levanto la falda a Mónica y Mónica se puso peor que lo del pintalabios, empezó a tirarle del pelo a Bea y que pidiera perdón y algo más, es que no estuve muy atenta a lo que pasaba yo estaba en el camerino con las chicas que eran de cuento de Cenicienta, comiendo patatas fritas y palomitas, además cuando empiezo a comer palomitas ya no puedo parar y cuando Mateo vino corriendo al camerino y había varias chicas que estaban sin los trajes, es decir en braguitas y en sujetador porque hacía calor ahí dentro, se puso colorado y se quedó ahí un rato hasta que yo, que claramente estaba vestida le pegue un guantazo en la cara y nos fuimos al pasillo para que me lo contara yo no pude evitarlo y me reí tanto que me atragante con las palomitas y no paré de toser hasta que vino Nick y me pegó un guantazo en la espalda y salió una palomita de mi boca, que mal rato, lo de la palomita no el método que Nick me haya ayudado por su cuenta me da escalofríos.
-Venga los de Cenicienta que se vayan preparando, comenzamos en dos minutos- era la seño Rosa que estaba muy nerviosa.
Cuando nos anunció Clara vino corriendo y me dijo:
-Martina no puedes salir ahí…
-Clara claro que puedo, me toca en un minuto y algo más.
-Si me dejarás hablar sabrías que llevas la ropa del baile y no la del principio, es decir los trapos y harapos, debes romperte ese vestido como sea o…
-¿Qué?
-Un momento que voy al cuarto del conserje…
Estuve un rato esperando con los dedos cruzados porque ya estaba empezando la música.
-Lo siento Martina por tardar tanto, el conserje no estaba y lo he tenido que buscar por todo el colegio y bueno la seño Pepa que estaba en el patio con un cigarrillo me ha dado las llaves y…
-Clara ya venga, corta rollo y ayúdame quieres.
-Vale, vale como se pone- dijo con un tono burlón.
Cuando terminó de atarme los trapos de legía, trapos para limpiar, en la cintura y de mancharme la cara con chocolate que nos había dado Gonzalo por diez euros, es un comilón, y de quitarme los zapatos, despeinarme un poco y…ya estaba lista, tardamos muy poco justo a tiempo de que dijeran: Cenicienta solía vestir con trapos…
Todo salió a las mil maravillas hasta que Clara cuando me quitaba el chocolate de la cara para el segundo actos con los nervios me metió toda la toallita en la cara y…


CONTINUARÁ…

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