lunes, 20 de junio de 2016

La semana de Martina 5

Autora: Victoria Mengya Molina Samper

Hola chicos, ¿qué tal?, ¿vosotros no estáis nerviosos? La seño Marisol me va a dar mi examen corregido en el recreo.
He estado las últimas dos clase temblando, tengo miedo de suspender, porque si suspendo mis padres, en este caso mi padre, me manda a la escuela de verano, mientras mi hermano estará en la playa con sus amigos. Cuando sonó el timbre de la cuarta hora, esta era la última antes del recreo, ahora toca naturales con el profesor Miguel, eso va a ser un grave problema porque no lo he hecho. El profe Miguel manda copia, pero son de las frases largas y encima son muchas. Cuando Miguel preguntó qué animal se podía comer al zorro yo no supe contestar como es debido y dije:
- La rana se come al zorro.
- ¿Qué me dices, Martina?, lo que me estás diciendo es como que un arenque se come a un tiburón.
- Supongo yo que si el arenque se come a un tiburón será que el arenque tiene mucha hambre o es una cría de tiburón muerto.

Todos mis compañeros se rieron de lo que dije, ¿eso puede pasar?, además no es que supiera muy bien cómo van los ecosistemas, no he hecho los deberes, ni he estudiado nada. El profesor Miguel me cogió del brazo y me dijo que me fuera al pasillo, me abrió la puerta y esperó a que saliera de la clase, después pude ver desde la cerradura cómo me abría mi mochila y miró si tenía terminadas la tarea de naturales en inglés, pero cuando abrió le libreta se cayó un papel, es decir el dibujo que había hecho por la mañana, era muy grave porque el dibujo era del profe Miguel con un moco en la nariz, era calvo, tenía verrugas con pelos por todas partes, también tenía una boñiga al lado del pompis, al igual de una boñiga se estaba tirando un pedo verde y maloliente, tenía una tetas de mujer y toda la cara la tenía llena de pirsin, en las orejas, en la lengua,... y por último tenía los dientes separados, en el dibujo ponía profe Miguel o pedoguarrocagel. El profe se estaba acercando a la puerta y se iba a dar cuenta que lo había estado viendo todo, así que para disimular un poco me alejé de la puerta y me puse a morderme las uñas, seguro que el profe no se daría cuenta de que había estado cotilleando.

El profe abrió la puerta bruscamente y puso a Amy a vigilar, el profe salió disparado a por mí, primero me enseñó el dibujo, después empezó a señalarlo mientras que decía cosas, yo no estaba escuchando, estaba imaginándome al profe Miguel con un gran bigote mejicano, el profe chasqueó los dedos y me llevó a rastras hasta el despacho del director. Cuando entramos me acordé del chivato mundial, qué tiempo tan buenos, pero el profesor me volvió a chasquear los dedos para que volviera a la tierra. Estábamos solos, cuando entro el chivato con el director a su derecha, no me lo podía creer me había guiñado mientras que estaba hablando con el director:

- Señor director, me encuentro mal, llame a mi madre, estoy muy enfermo, me voy a morir a no ser que me pierda el examen de matemáticas, por favor. Se lo advierto, usted será la causa de mi muerte.
- Niño, no me vengas con tonterías, vuelve a tu clase y dile al profesor que tengas que te ponga en la última fila, porque no sé quién te aguanta. Disculpe Miguel, tengo a un niño que se ha escapado para poder faltar al examen.
-No pasa nada, solo quiero enseñarle una cosa muy importante que esta niña me ha enseñado, espero que le guste, mire.

¡¡¡¡¡OH NO!!!!!!, el director se iba a enterar de todo lo que había estado haciendo estos últimos días, se acaba mi vida. El profesor Miguel estuvo un buen rato explicando mi dibujo al director, cuando terminaron de hablar el niño se tiró un pedo, menos mal que ese chico no estaba en mi clase. El director le pegó en la nuca y le echó a gritos del despacho, no me extraña, yo hubiese hecho lo mismo en su lugar, entonces el director y el profesor Miguel me llevaron a una sala donde ponía:

SALA DE NIÑOS MALOS, PARA PROBLEMÁTICOS

Cuando el director abrió la puerta había muchos niños de vestimentas lúgubres y ropa llena de agujeros, en la sala había una señora gorda pintándose las uñas encima del escritorio, me daba un poco de repelús, estaba demasiado gorda y tenía muy poco pelo, el director y el profesor empezaron a regañarla porque los niños estaban haciendo lo que querían a sus anchas. Una niña africana estaba por la clase tirando papelitos por la paguita y una niña con una trenza le estaba pegando a un niño rubio, un chico con pecas estaba cortando la coleta a una niña que se había quedado dormida, otro niño estaba apagando las luces y encendiéndolas y así sucesivamente. El profesor Miguel le explicó a la señorita foca, que es así como la llamo yo, lo de mi dibujo, me cogió de la manga de la camiseta y me sentó bruscamente en la última fila, estaba al lado de un chico con la cara roja, y también al lado de una chica vestida entera de negro y que llevaba los labios negro como el carbón. Intenté entablar amistad con ella, pero me hizo una mueca y me preguntó por qué estaba aquí. Yo contesté lo primero que se me pasó, no quería que supiera lo mal que dibujo, así que le dije:
- Le mordí al director en el pezón, porque me dijo que era una mentirosa y que no había visto volar un pez, que era imposible.

Entonces la chica me puso la mano para que chocásemos los cincos y me dijo que el director era un viejo arrugado, maginado, que no tenía dignidad y cosas así por el estilo. Yo pienso completamente al revés porque el director es buena persona, por ejemplo los dos últimos día de colegio, antes del festival de Navidad, dijo que esos días no habría clases, es decir, en vez de estudiar o hacer deberes ensayaríamos para el baile de Navidad. La chica me dijo que se llamaba Petra, aunque prefería que la llamaran señora de los empoñones, empezamos a hablar y me dijo que su hermano mayor estaba en la cárcel y que por eso lleva esas pintas, porque su hermano es un delincuente y le ha enseñado que hay que ganarse el respeto, y ella lo hace pegando y compinta de malota o gótica, como lo quieras llamar, ceo que es lo mismo.
La señorita foca terminó de hablar con el director y me presentó a un chico llamado Martín, que nos enseñaría a todos álgebra. Ese chico es un friqui, no paraba de hablar de cosas raras, así que empecé hablar con el del al lado, resulta que me conoce, según él es el hermano de Claudia, me contó que Claudia en verdad es un demonio y que ella misma le había puesto la cara roja porque le había tirado la tostadora a la cara y que encima le han regañado por decirle cabeza de chorlito y que sus padre habían hablado con el director para que su hijo no insultara más a su hermana pequeña. A veces la vida es una injusticia, dímelo tú a mí, que aún no me perdona Lucía.

Me pasé el resto del castigo con mis nuevos amigos, son muy buena gente, hemos quedado un día para faltar al colegio, es decir, hacer pellas, en vez del colegio nos iremos a la antigua casa del hermano macabro de Petra, Francis, que va a estar en la cárcel unos dos años más o menos. Petra utiliza la antigua casa de refugio de sus padres, solo existe una llave y la tiene Petra, porque su hermano se la dio para que la guardara de sus padres. Estos chicos me fascinan. Cuando sonó el timbre para irse a casa me di cuenta de que me lo había pasado en grande, que los castigos de hoy en día eran muy guay, así que Petra y Marcos, se llama así mi amigo, y yo vamos a intentar que nos castiguen mañana, porque está brutal, te pasas todo el día hablando con tus amigos, no tienes que hacer problemas de matemáticas o tienes que estudiar, porque en ese aula con esa profesora podíamos hacer lo que quisiéramos, pero no creo que haya consecuencias, como dijo Manolito, que es un niño de octavo que dice que esto ha sido un malentendido y que se lo diría todo a su madre, que estábamos como locos en la clase y que lo único que hacíamos era jugar y que no estábamos haciendo nada educativo y que esa seño, es decir la señorita foca, era una vaga, una mujer con sobrepeso que lo único que hacía era dormir, pintarse las uñas y roncar brutalmente. A ese niño, para mí, le pasa algo, es un rarito que no veas, porque mira que prefeir estudiar a jugar, mira que es tonto, ¿no creéis?

Después en la puerta del colegio vi a Clara que estaba hablando con Lucía que ya se iba, cuando me acerqué me dijo que había intentado hacer entrar en razón a Lucía, pero había sido un desperdicio, dice que Lucía no quiere saber nada más de mí. Las dos nos fuimos juntas a la casa de Amy, porque la seño Rosa dice que como Amy es la más lista en esas materias nos dará clases a todas en su casa. "No me apetece nada", chillaba Florence que quería irse a hacer flexiones y estiramientos con su padre, mientras que Claudia, como es nueva, se pone siempre: "como yo soy nueva no tengo que estar aquí". Pero Amy se puso a mandar en este caso. La madre de Amy, Gema Dolores, yo la llamo Doli, mientras que todas la llaman Gema, qué raro porque en verdad Doli es como se tendría que decir. Doli nos sirvió a todas un zumo de naranja, eso era un problema porque había derramado todo el zumo de naranja en el vestido verde agua de Doli, según ella había terminado de coserlo aquella misma mañana, eso es mentira porque en la espalda ponía de El Corte Inglés.

Todas las niñas, sobre todo Amy, me miraron con el ceño fruncido, entonces la mamá de Amy cogió mis cuadernos y dijo que me apartara de todos los juguetes y vestidos de Amy, que era mejor para todos. Cuando el problema ya estaba solucionado nos dimos un descansito para charlar sobre chicos, el tema favorito de Claudia, nos dijo que Nick quería a Amy, menuda trola.
-Oh, venga ya, por favor Claudia, no confundas más a Amy porque Nick no la quiere, ni por todo el dinero del mundo. Nick quiere a Fátima.

Fátima es una compañera que repitió, era muy tonta, mira que no saber dividir con seis cifras, por favor hay que ser más listos y traerse una calculadora como yo, porque yo no tengo ni una bien ni loca. Entonces empezó la pelea con no sé qué, que Fulanito quiere a no sé quién, que no, que Fulanito odia a no sé quién, no ves la que se formó. Entonces tuvo que intervenir la madre de Amy. Me dijo que lo mejor para todos era que yo me fuera, eso lo entiendo porque como soy súperlista no estoy al nivel de las demás, y que las demás no están a mi nivel y eso no es justo, y encima me voy con placer porque he quedado con Preta y con Marcos.
Hemos quedado en el cementerio de al lado de la casa de Marcos, pobre Claudia, está la pobre estudiando la historia de no sé qué de Cristóbal Ronaldo, o algo así. No veas el hermano de Claudia, no paraba de repetir: "la muy bruja se lo merece, la muy bruja se lo merece,…"

En el cementerio Petra dijo que nuestra misión era encontrar oro en alguna tumba, su hermano la había llamado porque dice que un tal Roberto Muñoz fue enterrado con toda su fortuna y que estaba forrado, esa idea me gustó mucho, por eso cogí la pala y empecé a cavar, pero...


Si quieres saber lo que pasa, espera al próximo capítulo, será de lo más emocionante.


Capítulos anteriores
La semana de Martina 1
La semana de Martina 2
La semana de Martina 3
La semana de Martina 4

4 comentarios:

  1. Que rapidez, dios mio.

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  2. :) cuantas semanas jaja Victoria y Oliver ,también hay más de Victoria por que empezó antes normal

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  3. Que largas wao :()

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  4. Victoria#demasiado25 de junio de 2016, 10:53

    Jjejejeje, Úrsula

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