Autora: Nuria Gutiérrez Lupión
Había una vez un castillo encantado, que estaba en un lugar muy pero que muy oscuro, este estaba abandonado.
Este castillo estaba habitado por tres fantasmas y un Drácula. Los fantasmas eran una familia, padre madre e hija, el padre se llamaba Narizotas, la madre Florentina y la hija Luna. El Drácula se llamaba Draculín.
Todos vivían felices porque eran muy amigos.
Un día vinieron al castillo dos Brujas que se llamaban Piruja y Maruja con la idea de quedarse a vivir en él.
Narizotas, Florentina, Luna y Draculín no querían que las dos brujas se quedaran a vivir en el castillo, y entonces empezaron a asustarlas. Las brujas, que no eran malas, comenzaron a llorar y a llorar tanto que a Luna le dio tanta pena que les dijo a sus padres y a Draculín que pararan.
Maruja y Piruja, en señal de agradecimiento, decidieron concederles un deseo a cada miembro de la familia: Narizotas pidió una nariz más pequeña, Florentina una flor que nunca se marchite, Luna un trocito de la luna y Draculín unos colmillos más largos. Las brujas así lo hicieron.
Todos vivieron felices en el castillo.
Esta bien pero no da nada de miedo
ResponderEliminarNo creo que lo pretenda
EliminarYa profe digo que esta guay no digo que se mala por no dar miedo....ehhhh
Eliminarestá bien la historia solo que que draculín está to flipaillo montando en su monopatín jajajajajajajaaajajaajjaajjajjjajaaj
ResponderEliminar