jueves, 29 de octubre de 2015

La pesadilla de Luis


Autor: Manuel Merlo Valencia


En una noche oscura en una casa muy vieja. Cinco hombres alquilan la casa. Nada más llegar el mayordomo los recibe. El mayordomo les dice:
-Buenas noches, bienvenidos, pasad ,adelante.
Los hombres pasaron con temor. El mayordomo les sirvió la cena . Luis se encontró una pulsera en la cena, se quedaron muy extrañados . Mariano despreocupado dijo “será del mayordomo”, “no, es de Sergio mi padre”. Sergio era el padre de Luis que murió en el camino de ida ¡uuuuuaaaaaaaa!
- Es verdad, aquí esta su dedo lo han descuartizado.
- No digas tonterías-dijo Juan.
-Vamos a la cocina- dijo Mariano.
Toda la encimera llena de sesos, tripas, intestinos, corazones y pieles.
Suena una moto-sierra. “Vamos al sótano que suena por ahí”. Estaba un tío descuartizando a Sergio con una moto-sierra, cortándole los brazos.


Subieron rápido hacia la segunda planta. Se encontraron dos gemelas pelirrojas con una sierra. Subieron a la tercera planta. David y Lucas se quedaron fuera. Mariano y Luis entraron, no querían abrir la puerta presos del pánico. Al final les abrieron la puerta. Había una vieja en una mecedora. Antes de preguntarle quién era afirmaron que era la antigua dueña de la casa, se giró y le clavó un cuchillo a David. Las demás personas echaron la puerta abajo.
El de la moto-sierra le metió un hachazo en la cabeza a Mariano. A Lucas le sacaron un ojo con una lanza. Luis saltó preso del pánico por la ventana, se subió a la furgoneta.


Como no tenía las llaves tuvo que puentearla. Sus amigos se convirtieron en zombis, se bajó y corrió hacia el bosque. Por la mañana fue a un pueblo llamado Las Siete Sombras, nada más llegar todo el mundo se metía en sus casas, pensó “por qué me miran ¿tengo monos en la cara o qué?”. La gente del pueblo llamó a la policía.
La policía les dijo:
– Quieto, manos arriba está detenido. Nos lo llevamos a comisaria.
- ¿Por qué?- dijo Luis.
- ¿Usted se ha mirado en el espejo?
Era porque estaba lleno de sangre. Lo interrogaron. Dijo:
- Yo no he hecho nada ¿Puedo hacer una llamada?
- Sí- le contestaron los policías.
Llamó a sus hermanos, Mario le cogió el teléfono
-Sí, dígame.
-Soy Luis, te llamo para decirte que estoy en la cárcel.
-¿Por qué, qué has hecho?
- Dicen que he asesinado a alguien.
-¿Cómo?, ¿a quién?.
-Yo no he matado ha nadie.
-Menos mal, qué susto me has dado, muy buena la broma- dijo su hermano Mario.
-No era una broma todo esto que te estaba contando, ha ocurrido de verdad, necesito tu ayuda- dijo Luis..
A media noche Luis se despertó, estaba sudando y aterrorizado, no sabia dónde estaba, hasta que descubrió que todo había sido una gran pesadilla. Pensó: “qué alegría que todo sea un mal sueño”.

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